Pátzcuaro, corazón del Día de Muertos
Cada año se preparan en Pátzcuaro para recibir a miles de visitantes que se dan cita para conocer la cuna de esta mística tradición mexicana
Día de Muertos: Origen
El Día de Muertos ha estado presente a lo largo de la historia. En México es un legado ancestral que puede verse en las distintas culturas prehispánicas que habitaron el territorio, y es una celebración que continúa viva hasta nuestros días.
Los orígenes de la tradición del Día de Muertos son anteriores a la llegada de los españoles, quienes tenían una concepción unitaria del alma, concepción que les impidió entender el que los indígenas atribuyeran a cada individuo varias entidades anímicas y que cada una de ellas tuviera al morir un destino diferente.
Tras la conquista, la unión de las creencias indígenas con el catolicismo español forjó un carácter religioso único, colorido y que conservó en cierta forma los recuerdos ancestrales de las viejas tradiciones precolombinas. Una parte fundamental del día de muertos son las ofrendas, las cuales están llenas de elementos y simbolismos.
Día de Muertos o Noche de Ánimas en Pátzcuaro
La región purépecha que rodea el Lago de Pátzcuaro, se llena de misticismo cuando llega la celebración del Día de Muertos o Noche de Ánimas. Pero sin duda, lo mejor de la máxima tradición mexicana ocurre la noche del 1 de noviembre, cuando los pobladores esperan la llegada de sus seres queridos.
Desde meses antes, autoridades y pobladores de Pátzcuaro se preparan para recibir a miles de visitantes nacionales y extranjeros que se dan cita únicamente para conocer la forma en la que los michoacanos celebran esta mística tradición.
La organización es compleja, principalmente debido al incremento del turismo en Pátzcuaro en los últimos años. Sin embargo, el presidente de Pátzcuaro, Víctor Báez, celebra que tanto mexicanos como extranjeros admiren la magia del pueblo de Pátzcuaro y sea reconocido como el corazón de la principal tradición de México.
El trabajo es arduo, el arreglo de las lápidas no es una labor común y corriente, se coloca un arco o puerta por la cual regresarán a festejar los muertos con los que aún están en esta vida, se colocan velas que iluminarán su camino, y claro, la comida más típica y del gusto de los fieles difuntos, las bebidas como el mezcal tampoco faltan.
En todas las islas del Lago de Pátzcuaro como Yunuén, Janitzio, Urandén y La Pacanda, hacen similares rituales, pero por la noche, las aguas del lago se iluminan con la tradicional danza de los pescadores quienes así recuerdan a los que se adelantaron en el camino.
¿Qué se hace el Día de Muertos?
A temprana hora del 1 de noviembre, los patzcuarenses empiezan a preparar los alimentos que en vida le gustaban al difunto, es cosa de familia, todos participan con algún proceso de esta celebración.
Ya entrada la mañana de ese día, los purépechas llegan a los camposantos cargados con todo lo que utilizarán en el arreglo de las tumbas.
Ya por la noche del esperado 1 de noviembre, con todo ya listo para recibir al invitado principal, el difunto, se vela en compañía de quienes lo quisieron en vida, se plática con él, se comen los platillos preparados y se reza por su eterno descanso.
Sin importar el frío, se quedan toda la noche en los panteones, al medio día del 2 de noviembre se retiran, en la espera de un nuevo año para convivir con las almas de los que ya pasaron a mejor vida.
Los panteones más visitado se ubican en la famosa isla de Janitzio y en Tzurumútaro, poblaciones de Pátzcuaro. Las tumbas reciben la visita de quienes se encargarán de dejar todo limpio y por supuesto, adornado con la tradicional flor de cempasúchil y nube.
Este colorido, constituye la forma de respetar las tradiciones de cómo se celebra a la muerte, es lo que más atrae a los miles de visitantes, cuyo único objetivo es visitar a Pátzcuaro los días 1 y 2 de noviembre.
Ofrendas del Día de Muertos
Las ofrendas de Día de Muertos son altares de origen prehispánico y son adornados con diversos elementos con base a los gustos de los difuntos. Normalmente se ven los siguiente elementos:
Fotografías de los difuntos. Es común colocar retratos de las personas amadas que ya no están entre nosotros.
Incienso o copal. El humo que desprende el copal o incienso, es la guía olfativa para que nuestros difuntos puedan llegar a nosotros.
Veladoras. Estas representan el fuego y la luz, y funcionan como una guía para que las almas.
Flor de cempasúchil. Esta flor de apariencia esponjosa también es conocida como “flor de veinte pétalos”. Se utilizan principalmente para decorar o crear caminos que guíen los espíritus de nuestros difuntos.
Calaveritas. En la antigüedad se utilizaban cráneos de verdad. Después fueron sustituidas con calaveras hechas con azúcar, chocolate o amaranto. Cada cráneo representa a un difunto.
Pan de muerto. El pan de muerto es la representación del esqueleto de los difuntos.
Imágenes del Día de Muertos en Pátzcuaro
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