El primer fotógrafo de Pátzcuaro
Primeras fotografías de Pátzcuaro
Cuando el señor, y fotógrafo, Cayetano Macías comenzó a tomar las primeras fotografías en Pátzcuaro, alrededor de 1866, la novedosa tecnología mediante las técnicas de ambrotipo y ferrotipo, hizo que muchos acudieran a él para solicitar sus servicios.
Ya fuera de manera individual o en grupo, ya fuera de perfil o de frente, todos pagaban el costo, que para entonces era considerable, dejándole buenas ganancias al fotógrafo.
Los retratos eran colocados en álbumes, en los secretos de los necessaires (especie de cartera), en las almohadillas, en relicarios y en cintillos, es decir, pequeñas fotografías que llevaban consigo.
Conforme se fue popularizando el uso de las cámaras se instalaban estudios provisionales en las plazas con un caballito de madera y un fondo escenográfico, o bien, estudios formales, aunque muchos tomaban fotografías de pueblo en pueblo, capturando escenas de la vida cotidiana, eventos relevantes, paisajes o arquitectura.
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Fotógrafos profesionales en Pátzcuaro
A principios del siglo XX, se sabe que numerosos fotógrafos profesionales y aficionados retrataron a Pátzcuaro (incluyendo el lago y Janitzio) y a sus habitantes.
Algunos de los más conocidos fueron el francés Abel Briquet, el norteamericano Charles Burlingame Waite, Edward Weston y David Douglas Duncan, el mexicano-alemán Hugo Brehme, los hermanos Casasola, los michoacanos Juan y Antonio Cachú, Paul Strand, Enrique A. Cervantes, Rafael Saucedo, Gabriel Zavala Garibay, Guillermo Valdés M., Gonzalo Melgoza González, los que firmaron como Díaz, Navarro, L. Márquez, Alanís, Mejía, R. Raya, Chávez Ruíz, Acosta, Floresll y Desentis Jr., entre otros.
Además de los que trabajaban para agencias como “México fotográfico”, FEMA, CEPSA y POSTAMEX, o los que publicaron en periódicos, revistas, guías turísticas, libros nacionales y extranjeros, sin contar los fotógrafos de películas como Jack Draper, J. Sierra, Gabriel Figueroa, Luis Osorno Barona, Max Liszt, etc.
La realidad es que la mayoría de fotografías antiguas que se conocen no tienen firma. Un buen número fueron publicadas o se conservan en archivos particulares y en diversos repositorios fotográficos del país y el extranjero.