Niño de Pátzcuaro pide a Reyes Magos que su papá deje de beber

Para Juan, un niño de Pátzcuaro, Michoacán de 11 años, espera el mejor regalo en Día de los Reyes Magos, y es “que mi papá deje de tomar, pues me asusta mucho cuando toma, se pone muy enojado y le pega a mi mamá”.

Juan vive en una colonia popular del Sur de la ciudad. Confiesa que no sabe si pedirle a los Reyes Magos que su papá deje de beber alcohol sea posible, “pero eso sí que me haría muy feliz, más que cualquier juguete”. Es el menor de tres hermanos, quienes, junto a su madre, padecen los estragos emocionales de vivir con un alcohólico.

“En las Posadas, la Navidad, el Año Nuevo, mi papá se la pasó borracho; le pegó a mi mamá dos veces, yo quise defenderla, pero él me empujó y me asusté mucho”. “El Día de Reyes Magos pensaba pedir que mi papá ya deje de tomar, aunque sé que solamente traen juguetes”, dice con pesar el niño.

Mientras descansa de jugar al fútbol con sus amigos en un terreno baldío ubicado en la colonia en que vive, relata que desde que tiene memoria a su padre siempre le ha gustado beber, sobre todo los fines de semana, luego de practicar el futbol en un equipo amateur de Pátzcuaro.

“A veces me lleva a verlo jugar, y cuando termina el partido casi siempre se queda a tomarse unas cervezas con sus amigos, y ya llegamos muy noche a la casa”, agrega.

Admite que su padre “es muy buena gente y trabajador”, pero cuando bebe se transforma en una persona agresiva “que dice muchas groserías”.

“Cuando está borracho quisiera dormirme para no escucharlo, pero me da miedo que le haga algo a mi mamá”, confiesa.